Colonia de hormigas como símbolo de un alfabeto que conforma el lenguaje del plano mental. Hormiguero en ebullición que evoca al pensamiento inagotable de ese gran cuerpo movedizo, externo e interno, individual y colectivo, donde al moverse un fragmento, todo se transforma.
 Las hormigas se comunican, el pensamiento no se detiene: las hormigas no duermen. Neural nació como una instalación de la cual derivó este ensayo fotográfico,  danza entre el pensamiento neurótico y las preguntas existenciales, atemporales, imposibles de responder pero siempre vivas. Las luces y las sombras son las energías que constituyen el espacio en las que el hormiguero rígido soporta las derivas permanentes de hormigas resistentes y eléctricas como el bronce.
Eugenia Viña
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